Qué gusto me da estar escribiendo nuevamente en este blog, de ahora en adelante estaré dedicando parte de mi tiempo libre a escribir información interesante y oportuna, defendiendo las relaciones libres y las amistades con derechos. Pues no hay nada mejor que divertirse, pasarla bien, y tener sexo con un amigo o amiga, alguien que te conoce bien, con quien puedes sentirte en confianza, fuera de todo compromiso.
En lo personal, disfruto muchísimo las relaciones de amistad con derechos, pues todo lo que necesito es enviar un mensaje pidiendo sexo a través de Whatsapp, y si alguna de mis amigas está disponible pues acordamos la hora para vernos en su casa o en la mía, y ya está.
Y sí, ya sé que esto no suena correcto para muchas personas; pero grandes cosas suceden cuando cambias tu forma de pensar, cuando modificas tu sistema de creencias.
Antes me sentía mal con la sola idea de hablar de sexo con una amiga, pensaba que se ofendería y me consideraría un pervertido. Pero todo cambió cuando descubrí que la mujer disfruta seis veces más que el hombre.
La mujer disfruta seis veces más que el hombre
Obviamente, me estoy refiriendo al sexo.
La mujer disfruta el sexo al menos seis veces más que el hombre, y es algo obvio si tomamos en cuenta que ellas tardan más en llegar al orgasmo, lo experimentan con mucha intensidad, y pueden tener varios orgasmos simultáneos. Además, después del orgasmo la mujer puede seguir teniendo relaciones, no así el hombre, que debe hacer una pausa para continuar después de la eyaculación.
Las normas sociales han llevado a la mujer a tomar un rol pasivo en las relaciones personales, la posibilidad de ser catalogada como una loca, o como una mujerzuela fácil, la lleva a ocultar sus deseos y hacerse difícil con aquellos hombres que se acercan a ella telegrafiando claras intenciones de llevarla a la cama. Pero en el fondo toda mujer quiere sexo, lo desea frenéticamente.
Mi experiencia me ha mostrado que las mujeres más difíciles de abordar son las más ardientes cuando de sexo se trata, justamente porque sus deseos son grandes su barrera anti-mujerzuela debe ser más fuerte y difícil de penetrar.
Conclusión: Cambia tu manera de pensar en torno a las mujeres con las que te relacionas y cambiarás tu actitud. Cada vez que inicies un acercamiento no pienses en qué opinará ella de ti, si tu apariencia es óptima, si tendrá novio, si puedes hablar con ella de forma segura y natural o necesitarás aprender docenas de frases para invitar a salir a una mujer como ella. ¡Nada de eso importa! Piensa mejor en que ella es una mujer y toda mujer quiere sexo, piensa en que tú eres el hombre que puede darle el sexo más maravilloso del mundo, te estás acercando a ella porque tienes algo que puedes darle y ella desea, y si ella no quiere entonces quien pierde es ella y no tú.
Cuando piensas en que tú puedes darle algo que ella desea frenéticamente tú actitud demuestra mucha mayor seguridad, arrogancia y control de la situación, que cuando te acercas nervioso y desesperado como la gran mayoría de los hombres.
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